ALFREDO QUESADA, EL MAS CAMPEÓN DE TODOS EN SPORTING CRISTAL.

Alfredo Quesada Farías nació el 22 de Setiembre de 1949 en Lobitos – Talara, Piura. A los 13 años ingresó a los calichines del club Sporting Cristal. En sus inicios se desempeñaba como delantero, por eso usó la camiseta numero 7 hasta inicios de los 80s. Su debut con el primer equipo de Sporting Cristal se da en un cuadrangular en enero de 1968, donde ingresó en el segundo tiempo del partido frente al Juan Aurich. Al año siguiente debutó oficialmente ante Defensor Lima, un 18 de mayo de 1969 por la 1era fecha del torneo local.

En 1970 aprovecho de la ausencia de sus compañeros mundialistas y se afirmó como titular, ese año Quesada fue considerado una de las revelaciones del campeonato peruano que lo obtuvo nuevamente el club Sporting Cristal. De ahí en más, sería considerado siempre titular inamovible de todos los equipos celestes

Era un mediocampista de contención en sus primeros años, y mixto o libre en sus últimos años con la ‘celeste’, jugador de toda la cancha y con llegada de gol, trajinador dentro del campo que muchos entrenadores quisieran tener. Oxigenaba a la defensa cuando el ataque rival arreciaba, era la contención y la salida de aquel exquisito mediocampo celeste, cargoso para marcar, chocaba, quitaba y guapeaba, acompañaba las jugadas de ataque hasta el área contraria. Su despliegue de energía y pundonor en cada una de sus intervenciones eran inigualables. Si se trataba de meter la pierna fuerte lo hacía sin mala intención y en pelota dividida siempre ganaba.

Entrevista concedida en Octubre del 2016 en el Club Sporting Cristal:

Es el jugador con más títulos logrados con Sporting Cristal donde dio la vuelta olímpica en seis ocasiones: 1968, 1970, 1972, 1979, 1980 y 1983; asimismo es el jugador de más dilatada trayectoria con las sedas del club, ya que vistió 17 años consecutivos la camiseta celeste. Alfredo Quesada guarda los mejores recuerdos hacia Don Ricardo Bentin y Doña Esther Grande de Bentin, fundadores del Sporting Cristal:

“Toda la vida lo diré, no solo porque fueron las personas que llevaron al Sporting Cristal arriba, sino también porque dieron un trato familiar al jugador; no era un trato de club a trabajador, sino de una familia, por ejemplo a los 18 años, yo firmé mi primer contrato profesional, y él se preocupó mucho con la señora Esther de que iba a ser con el dinero que ganaría y ordenaron ellos que vaya un dirigente para que me aconsejara en que invertir, para que le diera buen uso”.

El sentimiento hacia Cristal lo llevaba hasta cuando dormía, tanto así que el pijama de su ángel de la guardia era de color celeste. Luego de dejar las canchas se dedicó por algunos años a trabajar para las categorías inferiores del Sporting Cristal.